miércoles, 27 de julio de 2016

Paciente

*Paciente y FIEL*

Lucas 13.34 - ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, pero no quisiste!

Hoy estuve en el pueblo de PONCE y visité una comunidad de la cual me voy a reservar el nombre.  Lo hago así, ya que la experiencia fue tan decepcionante. Fue una de esas caminatas en donde la gente no sale, solo los perros te reciben con sus acostumbrados gruñidos y ladridos.  Bueno, y los pocos que salieron a mi encuentro en su gran mayoría usaron el estribillo usual: “No me interesa”. Que muchos “no me interesa” hoy escuché. Esta escrito que en los últimos tiempos el amor se ha de enfriar en algunos, eso es cierto. Pero, en verdad es doloroso ver balcones de casas adornados con cruces, con letreros que dicen: “Jesús bendice nuestro hogar” o “Somos de tal religión” o “Jesús te ama” y cuando los abordas para hablarles de ese mismo Dios, con mirada altiva y sonrisa mordaz te estrujan su rechazo.

En el Evangelio de Lucas antes citado, Jesús describió cómo las personas habían rechazado y aun matado a los mensajeros que Dios envió para ayudarles. Aunque habían hecho cosas reprochables, Dios no dejó de amarles. La figura de la gallina juntando a sus pollitos bajo sus alas muestra cuánto Dios usa de su gracia y misericordia con aquellos que niegan aún a Jesucristo. Te digo, no importan los rechazos, tenemos que con fe continuar la hermosa encomienda de hablar a otros del privilegio de ser hijos de un DIOS tan bueno y sobre todo paciente y FIEL.

Romanos 10: 14-15 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?  ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! .

Serafín Alarcón Carrasquillo - tablitas1.blogspot.com

sábado, 2 de julio de 2016

Comentario bíblico

Comentario del evangelio de Mateo capítulo 18 Leer Mateo 18

Quien sería el más grande*
Jesús tomó un niño para dramatizar las malas inclinaciones egoístas que estaban mostrando sus discípulos. Como niños de corazón humilde y sincero Cristo nos invita a vivir. Es necesario que entendamos que nuestro llamado como discípulos de Jesús es a servir y no a ser servidos. Para el señor debió ser un momento de decepción al ver que aún les faltaba mucho por crecer espiritualmente a estos.

Advertencia sobre la tentación*
Existen diferentes formas de provocar en otros perdida de fe. Por tentación, por rechazo o maltrato. Cuando hacemos que nuestro prójimo caiga en tentación y peque, sin duda nos hemos convertido en agentes del mal y del maligno.
Las tentaciones en este mundo son inevitables, pero ay de aquellos que sirvan como piedra de tropiezo para hacer caer a un inocente.

El menospreciar a los demás*
Aún Jesús usa como ejemplo a los niños. Pero, no solo se identifica con estos, el alcance es para todo ser humano que se encuentra en tan desagradable situación. Muchas personas al sufrir constantemente maltrato pueden desarrollar conducta antisocial, especialmente si lo han sufrido desde niños. Dios procura que por medio de sus seguidores se haga justicia a aquellos menos afortunados. Que no se pierda tan siquiera uno.

Como tratar a un creyente que ha pecado*
Jesús da instrucciones específicas de como lidiar con aquellos hermanos en la fe que pecan en contra nuestra. Estas tienen que ver solo con cristianos y con pecados cometidos contra nosotros y no a otras personas. Todo se da en un contexto de iglesia y la dirección de parte de Dios es imprescindible. Sin embargo, las palabras del Señor no son una licencia para hacer un ataque a cada persona que nos hace un desagravio. Los chismes o pleitos dentro de la iglesia solo fomentan la división y el pobre crecimiento espiritual.

El deudor injusto*
Tendrían serias consecuencias aquellos que no podían pagar a su deudor. Aun hoy en día los bancos y otras instituciones penalizan el incumplimiento de algún acuerdo económico pactado entre dos partes. La enseñanza esencial de esta parábola consiste en que tengamos conciencia del alcance del perdón en nuestras vidas. Es decir, que del mismo modo que Dios ha perdonado nuestros pecados y deudas, no deberíamos negarle el perdón a nadie.

Serafin Alarcón Carrasquillo / www.tablitasdelsenor.faithweb.com