miércoles, 5 de octubre de 2011
Dios suplirá
miércoles, 17 de agosto de 2011
Envíame a mí
Envíame a mí
Filipenses 3.13-14 Lo que sí hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús.
Cuando Jesús llama a sus discípulos, les dice: «Síganme». Cada uno de ellos se enfrenta al reto de tener que dejar atrás sus trabajos y aún sus familias para hacerse sus discípulos. Jesús enfatiza que para la tarea que él les tiene, requiere de ellos toda su atención y entrega.
Y es que hermanos, el seguir genuinamente a Cristo en ocasiones se ha de tornar un asunto de estricta entrega, de respuestas abnegadas que para algunos han de parecer locura... Cuando respondemos al llamado de Cristo, sin duda estamos tomando la ruta correcta para nuestras vidas. La familia se ha de ver afectada positivamente cuando nuestra actitud es de total obediencia a Dios. El estar enfocados en la voluntad de Jesucristo nos mantiene orientados en amor y en servicio a otras personas, esa es la mayor agenda; Amar y saber mostrar amor al prójimo. Es por eso que hoy te escribo estas líneas. Sí, medita sobre el llamado que hoy te hace el Señor y lánzate a la mas importante aventura que hayas vivido alguna vez.
Dile: Aquí estoy. ¡Envíame a mí!
Jeremías 1:4-9 4 La palabra del Señor vino a mí: 5 «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones.» 6 Yo le respondí: «¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!» 7 Pero el Señor me dijo: «No digas: "Soy muy joven" , porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene.
Por Serafín Alarcón Tablitas del Señor http://tablitas.9f.com/
domingo, 10 de julio de 2011
miércoles, 29 de junio de 2011
CRISTO será tu refugio y también tú Consolador.
CRISTO será tu refugio y también tú Consolador.
Este día fue uno de esos en donde las experiencias vividas sin duda alguna marcaron mi conciencia y espíritu. Mucha gente que con el pasar de los años ya me conoce y cuando llego a sus casas me reciben con un manjar de sonrisas y comentarios dulces. Usted me entiende, esa clase de gente que sin mucho disimulo muestran su amor y aprecio. En verdad vivir esas experiencias me alienta a seguir mis caminatas por esta bendita isla. Pero, no siempre las noticias son alegres, en ocasiones nos rompen el corazón.
Les cuento que hace aproximadamente dos años estaba caminando una comunidad del pueblo de Santa Isabel . Allí conocí una joven mujer que me decía que su hermana menor había sido baleada por su esposo y que estaba en condición critica. Recuerdo que con ojos llorosos y desconsolada compartía conmigo el temor de que sus sobrinos (hijos de su hermana) fueran removidos del hogar por el departamento de la familia. Ya han pasado dos años desde la ultima vez que hablamos y me dio la mala noticia de que su hermana había quedado parapléjica y sus hijitos estaban en un hogar sustituto. Nadie en la familia tenía acceso a los niños y para colmo el Estado se opone a que los niños visiten a su madre para verle. Le pregunté por el padre de los niños y me comentó que había sido acecinado seis meses después de haber baleado a su hermana.
En fin, una historia de esas que parecen sacadas de las páginas de una tragedia griega. Traté de dar alguna palabra de aliento a esta pobre mujer entregándole una tablita que decía: Salmo 43:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Entonces, y espontáneamente se arrojó a llorar en mis brazos. Les digo que me impresiono tanto su dolor que casi también lloro. En ese instante solo pude decirle que llorase, que CRISTO desde hoy sería su refugio y Consolador.
Mateo 5:4
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Por Serafín Alarcón
Diario de un Caminante
Santa Isabel, Puerto Rico - 9/14/2010