domingo, 15 de febrero de 2015

*Sin JESUCRISTO nada*

*Sin JESUCRISTO nada*

Cada día que pasa me doy cuenta que quien merece toda la alabanza es DIOS. Sí, solo Él como motor generador de aquello que hacemos con fe y con entrega para el Reino. Después de todo, Él nos da los dones y la inspiración necesaria para hablarle a otros de su AMOR y de su GRACIA.

Es un privilegio, uno que nos queda demasiado grande. Amados, este oficio de ser mensajeros del Rey de reyes pone sobre nuestros corazones una responsabilidad extrema. Responsabilidad de llevar un mensaje claro y sobre todo bíblico. Confieso que mi alma en muchas ocasiones arde cuando empiezo a dar pequeños golpes al teclado, pequeños golpes cargados de fe y de esperanza. Pero, no me puedo dejar guiar por la emoción. Cada palabra, cada verbo y oración deben SIEMPRE estar contextualizados bíblicamente, esa también es mi responsabilidad.

Cada día que pasa… Cada instante que el Señor me da para compartir sus muchas bendiciones. Y es que, siempre encuentro una buena excusa, un motivo que me sirva para decirle al mundo que sin JESUCRISTO, nada.

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