jueves, 13 de agosto de 2015

Nada como caminar con DIOS

*Nada como caminar con Dios*

1Samuel 8:7 -  Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.

A veces cuando llego a esta parte del día vienen a mi memoria tantas y tantas imágenes que se me hace difícil atarlas unas a otras.  Especialmente si muchas de esas experiencias han sido intensas. Claro, no lo puedo negar, tejerlas unas con otras siempre es un ejercicio que a mi alma edifica sean dulces o amargas. Cuando paso las horas caminando alguna comunidad tengo la maravillosa oportunidad de hablar con Dios. Cuando los tramos de una casa a otra son largos, cuando en una linea de casas la gente no sale o no responde aprovecho y converso con mi Amado en cada pisada que doy. Si la gente se muestra hostil, aunque me duela en el momento, Cristo me hace más fuerte y sobre todo como un alfarero moldea mi carácter.

Hoy fue uno de esos días en donde muchos se mostraron hostiles y hasta los perros de las casas no me querían por sus alrededores. La primera hora de caminata en aquella urbanización del pueblo de COAMO fue verdaderamente dolorosa. Y, digo esto libre de cualquier prejuicio, lo digo porque en verdad duele ver como muchos no toman en serio el nombre de Jesús. A estas alturas, y a varios años de hacer este trabajo tengo muy claro que el rechazo no se debe tomar personal, que el rechazado no soy yo. Eso nunca se debe olvidar. Nada, que cada vez que alguien me miraba como si yo fuese un pájaro raro o cuando me contestaban con un comentario sarcástico más mi dependencia de Dios y mi fe se hacían evidentes. Solo así podemos durar sin ser heridos. Si con fe y con humildad hacemos lo encomendado por Dios hemos de perseverar hasta el final.

Se imaginan si en el jardín de Getsemaní en vez del Señor decir: "mas no se haga mi voluntad", hubiese dicho otra cosa... Este llamado es uno en donde los emplazados no tenemos otra opción que con entrega y obediencia aceptar el reto tal y como es. He dicho en otras ocasiones que este trabajo a mi me queda grande, esto amados hermanos les aseguro no es una falsa modestia, en verdad me queda grande. Pero, cuan maravilloso es que el Dios del universo nos de alguna encomienda por sencilla que parezca. ¿No es eso un gigantesco privilegio para un mortal? Lo es, sin duda alguna lo es.

Luego de caminar por espacio de tres horas y media mi corazón palpitaba como el de un levantador de pesas, el de un atleta o mejor aun, como el de un poeta. Sí, el cielo comenzaba a despedirse de la luz y las nubes arropaban toda su faz.  Que tarde tan hermosa a pesar de los rechazos y los perros que te persiguen… Que caminata la de hoy tan profunda para mi alma y mi espíritu. Sin duda, nada como caminar con Dios.

Génesis 5:24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.

Serafín Alarcón Carrasquillo - Diario de un Caminante 4-2011 - fiel1.blogspot.com

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