lunes, 27 de febrero de 2017

Que sea Dios

*Que sea Dios*

Cada tres meses tengo que visitar a mi médico para hacerme una evaluación pues padezco de diabetes. A mi lado se encuentra un caballero que conversa con otro y le comenta sobre un altercado que tuviera en el día de ayer.


Este le comentaba como se sintió tentado en usar un puñal y hacerse justicia.

Por mi parte pensaba en el Salmo que comparto con vosotros: Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo. Cuando mis enemigos volvieron atrás, cayeron y perecieron ante ti. Porque has defendido mi juicio y mi causa; te has sentado en el trono del Juez de justicia: Reprendiste a las naciones; destruiste a los impíos; el nombre de ellos has borrado para siempre. El enemigo ha sucumbido para siempre; sus ciudades has destruido; con ellas pereció su recuerdo. - Salmos:9:2-6

Y, es que cuando tenemos problemas con otras personas tendemos a resolver el asunto con nuestras propias fuerzas. Usamos de cualquier instrumento para hacernos justicia sin medir las consecuencias. Cualquier instrumento, así sea la violencia para sentirnos reivindicados.

Con el tiempo Dios me ha mostrado que la justicia del Señor es perfecta, que en ella podemos encontrar PAZ verdadera. Que no importa lo que pase, Dios tiene el método perfecto para darnos la victoria cualquiera sea la situación. Dejemos que sea Jesús quien nos de la victoria y nos haga justicia.

Serafín Alarcón Carrasquillo

No hay comentarios:

Publicar un comentario