sábado, 15 de junio de 2013
lunes, 4 de marzo de 2013
miércoles, 28 de noviembre de 2012
domingo, 21 de octubre de 2012
martes, 21 de febrero de 2012
Alaba a Dios
En una de esas tantas ocasiones en donde uno tiene que reparar algo en el hogar me sucedió lo inesperado. Intentaba restablecer la electricidad en una sección de la casa y recién restablecida la luz, se me acercó mi hijito Diego diciendo: !Papito, tu sí que eres grande!…
Al meditar sobre aquellas inocentes y sinceras palabras recordé como también Dios anhela que nos acerquemos a Él. Admito que en ocasiones con el paso de los años podemos sin darnos cuenta alejarnos de una relación íntima y vibrante con el Creador. Un primer amor empezando a desfallecer, carente de alabanza sincera y reconocimiento de la grandeza de nuestro Salvador. Hermanos, no podemos darnos el lujo de perder esa facultad de loar y de admirar el poder y la grandeza de nuestro Dios. Nunca debemos dejar de asombrarnos, de admirar y de percibir su gloria. Su sabiduría está a nuestro alrededor, desde la más sencilla flor hasta su poder milagroso para sanarnos una enfermedad o arrancar de nuestros corazones un añejo odio.
Jesucristo todos los días hace tantas maravillas para nuestras vidas y sin embargo las damos por contado. Abramos hoy nuestros ojos y dispongámonos a alabarle y aclamarle con todas las fuerzas de nuestro corazón. Con humildad acerquémonos a Él reconociendo su grandeza.
Sal 66: 1-4
Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. 2. Cantad la gloria de su nombre; Poned gloria en su alabanza. 3. Decid a Dios: !Cuan asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos. 4. Toda la tierra te adorará, Y cantará a ti; Cantarán a tu nombre.
Por Serafín Alarcón
miércoles, 5 de octubre de 2011
Dios suplirá
Filipenses 4:19
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.///
Por la naturaleza de mi trabajo muchas veces me encuentro con personas que en verdad están pasando por momentos duros y de casi total desesperanza. En nuestro programa radial los domingos, anunciamos siempre que tenemos una comprita de alimentos para donarla a alguna familia que esté en necesidad. En este día la afortunada fue una viejita llamada Clara. Cuando llegué a su casa de inmediato me dí cuenta de la pobreza y abandono en la que vivía. Ella, una y otra vez me preguntaba si era verdad que le entregábamos aquellos artículos. Amados, el techo de la vieja casita se filtraba, la estufa de gas se le había dañado y no tenia servicio de agua potable. Sin embargo, y a pesar de su pobreza extrema aún podía sonreir y dar gracias a Dios como quien estuviera experimentando un milagro. ///
En verdad los tiempos que vivimos se distinguen por tanta desesperanza e injusticia social. El afán, el estres y el desasosiego y tantos otros males minan la estabilidad de tantas vidas. Que ironía que lo que les sobra a algunos, a otros les falta en demasía. Unos viven guardando provisiones para el futuro, mientras otros, como doña Clara, no tienen nisiquiera agua para bañarse. Compramos en los centros comerciales cosas que a veces ni necesitamos. Trabajamos horarios extendidos para darnos lujos que no aprovechan, olvidándonos de la necesitad de otros y de la verdadera bendición que es servirle a CRISTO. "Lucas 12:3 dice: "Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas". Como creyentes esa debería ser nuestra regla de oro. ///
Las aves, los peces y todos los seres vivientes que habitan sobre la tierra tienen una provisión para sobrevivir y alimentarse. No son esclavos de tarjetas de crédito, ni de hacer mil trucos para subsistir. Ellos instintivamente saben que Dios proveerá, y esa es su mayor seguridad. Una vida dedicada a Dios y a nuestro prójimo se hace imprescindible si en verdad vamos a decirle al mundo que somos discípulos de CRISTO. Una y otra vez ir por todos los caminos proclamando la fidelidad de Dios a pesar de nuestras rebeliones.
De algo estoy seguro, Dios no nos dejará en ningún momento, ni se olvidará de nosotros. Como hizo esta mañana en la vida de Clara puede hoy hacer también contigo. Dios suplirá. ///
Mateo 6.26
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ///
Por Serafin Alarcón
Diario de un Caminante
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